Comino negro:
Para obtener el aceite, las semillas de comino negro se prensan en frío. Los aceites esenciales contenidos pueden, en determinadas circunstancias, tener un efecto equilibrador sobre los niveles hormonales fluctuantes, como durante la menstruación. También tienen la reputación de fortalecer el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a desintoxicarse.
Hierbas de Johannis:
La medicina alternativa dice que la planta tiene un efecto que mejora el estado de ánimo y la usa contra estados de ánimo depresivos leves. La hierba de la mujer contiene hormonas vegetales, las llamadas fitohormonas. Estos pueden influir en el equilibrio hormonal. El aceite de las flores amarillas se llama macerado.
Aceite de almendras:
El aceite de almendras contiene ácidos grasos saturados e insaturados, ácido oleico y ácido linoleico. También es proveedor de vitaminas A, E, D y B, así como de potasio, magnesio y calcio.
Jojoba:
Se obtiene de las semillas de la jojoba. La provitamina A que contienen es importante para la estructura celular y el sistema inmunológico. Se dice que la vitamina E, a su vez, nutre la piel y el cabello. Las vitaminas B ayudan a aliviar los calambres, los estados de ánimo depresivos, la irritabilidad y el cansancio en casos individuales.
Extracto de CBD:
El CBD (cannabidiol) está contenido en la planta de cáñamo, junto con otras 400 sustancias orgánicas. A diferencia del THC, que también está contenido en el cáñamo, el CBD no tiene efectos intoxicantes.
El extracto de CBD en el CBD aroma care relajante menstruación de OSIRIS se obtiene mediante un suave proceso de extracción de CO2.
Esto conserva los terpenos y los fitocannabinoides.
Debido a su combinación de valiosos aceites con extracto de CBD, el aceite aromático para el cuidado de la menstruación relajante se puede utilizar varias veces al día a voluntad.
Los usuarios suelen percibir el aroma de los aceites esenciales como agradable y armonizador.
Si tiene problemas menstruales, los movimientos de masaje en la región abdominal a veces pueden aliviar los calambres. Porque el dolor tiende a tensar los músculos.
Esto puede irritar los nervios circundantes, provocar calambres y, por lo tanto, desencadenar dolor adicional.